Para matar el tiempo durante esta pandemia que se encuentra ahora en su tercer año y para matar las ganas de viajar, Alex Shakespeare ha ideado un invento brillante. Esta es una ventana falsa que simula diferentes partes del mundo, y la mejor parte es cómo cambia su vista.

A medida que las pantallas LCD y OLED mejoran su reproducción y resolución de color, es cada vez más difícil para el ojo humano discernir si está mirando una ventana real o una pantalla. Ya en 2014, la compañía de cruceros Royal Caribbean instaló pantallas 4K de 80 pulgadas en las cabinas sin ventanas del Quantum of the Seas para que los pasajeros en esas habitaciones pudieran disfrutar de las vistas en el exterior del barco a través de un feed grabado en tiempo real con cámaras.

Shakespeare no es de ninguna manera el primero en inventar el truco de la ventana que en realidad es una pantalla, pero ha ideado una manera sencillamente deliciosa de cambiar las vistas de esa ventana. En lugar de usar un control remoto, este creador ha puesto un mapa del mundo en la pared que muestra un puñado de ciudades importantes. Al mover una avioneta con un imán entre estas ciudades, la cista cambia para mostrar un video en vivo de cada una de ellas. En total, Shakespeare ha incluido cinco ciudades.

La invención no acaba ahí. Los altavoces pequeños emiten ruido ambiental desde cada ubicación. Además, en el techo hay una cámara térmica que rastrea los movimientos de la persona que está frente a ella para que cuando la persona se mueva, la imagen en la pantalla se mueva hacia el lado opuesto, creando un efecto de paralaje que imita de manera muy convincente lo que nosotros vería a través de una ventana real. Y si hace mal tiempo, solo tienes que trasladarte a otra parte del mundo donde haga sol.

Más detalles sobre cómo funciona este invento están en el sitio web de Alex Shakespeare. Toda la programación es de código abierto y está disponible en Github. [Alex Shakespeare]