Gota fría: qué hacer si te sorprende una granizada al volante | SoyMotor.com

2022-09-03 00:14:15 By : Mr. Carl Zheng

Tras un mes de julio con temperaturas de record de calor, los últimos días de agosto se han caracterizado por un tiempo inestable en España, algo que no parece que vaya a cambiar en el comienzo de septiembre. Las tormentas de granizo han hecho acto de presencia en varias zonas de la península, especialmente en Cataluña, lo que ha propiciado numerosos daños materiales. Aunque estadísticamente es difícil encontrarse en medio de una tormenta de estas características es importante saber cómo actuar ante ella mientras conducimos y así poder minimizar riesgos.

A la hora de realizar un viaje, especialmente uno largo, es importante anticipar y planificar la ruta, tanto para saber dónde comer o descansar como para ser conscientes de si la zona a la que vamos a ir es propensa a este tipo de fenómenos. Las más propensas en la península son la Comunidad Valenciana y Cataluña.

¿CÓMO ACTUAR EN CASO DE TOPARNOS CON UNA TORMENTA DE GRANIZO?

Inmersos ya en la propia tormenta de granizo es importante aplicar dos preceptos básicos: suavidad y lógica. Es importante evitar frenazos y aceleraciones fuertes además de utilizar marchas largas para evitar que el vehículo comience a patinar. Hay que dar las luces de posición e incluso las antiniebla y ampliar la distancia de seguridad.

Las tormentas de granizo suelen ser muy concretas y localizadas en un radio corto de acción por lo que, si la visibilidad y la carretera lo permiten, es mejor no parar y 'salir de la nube' que detenerse en medio de ella. Sólo es recomendable detenerse en caso de fuerte pedrisco o si la adherencia está muy comprometida.

Si el granizo es de grandes dimensiones y arrecia con fuerza el primer paso es resguardarse, pero no vale cualquier sitio. En ciudad busca un parking o similares y en carretera una estación de servicio.  Es muy peligroso detenerse bajo puentes o túneles, especialmente si la visibilidad es muy baja, ya que se puede ocasionar un accidente en cadena.

Si por casualidad no fuera posible resguardarse en ningún sitio, la mejor solución es apartarse a un lugar seguro para evitar impactos y quedarse dentro del coche. Aunque el sonido de las bolas de granizo golpeando contra el coche puede ser poco tranquilizador hay que pensar que, por ejemplo, la luna delantera es de vidrio laminado y no se romperá, por lo que no dejará pasar el granizo. El resto de cristales sí pueden llegar a romperse si el viento arrastra el granizo contra las ventanillas o lunas traseras. Es importante alejarse de los cristales para evitar cortes en caso de rotura y esperar con paciencia a que amaine la tormenta.

¿PUEDO ACUDIR A MI SEGURO EN CASO DE DAÑOS POR GRANIZO?

Sí, pero con matices. En el caso de tener el coche asegurado a todo riesgo no hay de qué preocuparse porque este tipo de sucesos está contemplado en la póliza y se cubren a través del Consorcio de Compensación del Seguro en el caso de desastres naturales. Causas como el granizo, la lluvia directa, el peso de la nieve y vientos inferiores a 120 kilómetros/hora corren de cuenta de la aseguradora. 

El problema puede venir en el caso de los seguros a terceros. Los más conocidos suelen incluir incendio, robo y lunas, pero dejan fuera los fenómenos atmosféricos y el atropello de animales salvajes.

Para saber si tu seguro cubre este tipo de daños tienes que buscar en la póliza la cobertura de fenómenos atmosféricos. Si no la tienes contratada, algunas aseguradoras como Allianz, Mapfre, Reale o Pelayo pueden incluirla, sin embargo otras como Mutua Madrileña no lo ofrecen ni en opción.

¿CÓMO CONDUCIR EN CASO DE TORMENTA FUERTE?

Por lo general, a una tormenta de granizo le precede o antecede una buena tromba de agua que puede dificultar aún más la circulación, por lo que no está de más repasar la forma de actuación en caso de que esto suceda para evitar males mayores.

La primera recomendación, en caso de fuertes tormentas, es evitar coger el coche salvo que sea absolutamente necesario. En ese caso, hay que tener especial precaución con la visibilidad, por lo que lo primero que hay que revisar es que los limpiaparabrisas estén en buen estado y permitan evacuar el agua del cristal de forma efectiva. Si la goma está reseca, no quitará bien el agua, además del riesgo de que se desprenda. Lo ideal es llevar a cabo revisiones periódicas de este elemento para que una tormenta no nos pille en fuera de juego.

A partir de ahí hay que guardar una distancia de seguridad mayor que en condiciones soleadas, ya que la distancia de frenado aumenta debido a la menor adherencia del asfalto. Esto es especialmente recomendable en el momento de empezar a llover, ya que las primeras gotas hacen que la suciedad del asfalto empiece a limpiarse y sea más probable que resbale.

A la hora de frenar, además, es aconsejable frenar poco a poco que apretar el pedal a fondo. Igualmente, la aplicación del acelerador ha de ser suave y progresiva, especialmente en curvas. Por supuesto, en caso de lluvia hay que encender las luces de cruce, pero no las largas y sólo las antiniebla en caso de niebla o visibilidad muy escasa.

La velocidad es otro factor a controlar, ya que habrá que adecuarla al estado de la carretera y la circulación. En la mayoría de los casos, será necesario reducirla por debajo de los límites permitidos. Hay que estar atento también a los charcos, a fin de evitar el temido aquaplaning: ante un charco considerable, los neumáticos pueden perder contacto con el asfalto y hacernos perder el control del coche. Si afrontar un charco es inevitable, debemos tratar de pisarlo con las cuatro ruedas y el coche lo más recto posible. Evitarlo a medias generará una descompensación en el agarre que fácilmente puede derivar en una pérdida de control.

Otro de los puntos clave es vigilar el estado de los neumáticos. En caso de tener el dibujo desgastado es poco aconsejable conducir, ya que los surcos de los neumáticos permiten evacuar el agua, de modo que si no tienen la profundidad adecuada serán más susceptibles de provocar la pérdida de agarre. La presión es también un elemento a controlar: deben tener la adecuada para que la banda de rodadura tenga el contacto en toda su base con el asfalto.

Si la tormenta es demasiado fuerte, o si se desatan descargas eléctricas o el mencionado granizo, lo más prudente es detener el vehículo en un lugar seguro y esperar. De todos modos uno de los lugares más seguros en caso de tormenta eléctrica es el coche, ya que los neumáticos de goma aíslan el coche del suelo, por lo que disipan el rayo. Igualmente, la carrocería metálica evita que el rayo entre en el interior al producirse el efecto de Jaula de Faraday. Eso sí, es necesario que los ocupantes no toquen partes metálicas del coche en caso de tormenta eléctrica. No obstante, el coche quedará dañado en caso de alcanzarle un rayo, tanto en su pintura como seguramente en el sistema eléctrico, por lo que es altamente probable que se pare.

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