Armadura de andamio en la pasarela de Labrit - Diario de Noticias de Navarra

2021-12-13 09:48:28 By : Ms. Daisy Wang

Un marco para la pasarela de Labrit y un túnel de andamios para el tránsito por debajo de personas y vehículos. Este será el aspecto que presentará la estructura durante los próximos meses mientras se acometen las obras de reparación que el Ayuntamiento de Pamplona ha adjudicado a la empresa Obenasa por 593.000 euros. La previsión es que comiencen las obras este mes, que tendrán una duración de quince semanas y que la pasarela volverá a estar abierta en la primavera de 2022, seis años después de su cierre.

Tal y como recoge la documentación a la que ha tenido acceso este diario, el Ayuntamiento tiene la tarea de colocar los andamios necesarios para asegurar la estructura, evitar deslizamientos de tierra durante la ejecución de la obra y garantizar el acceso de trabajadores y maquinaria a la misma. pista.

La imagen que ilustra esta información es la que aparece incluida en el Plan de Trabajo de Obenasa. Se observa la existencia de un andamio completo alrededor de la estructura y dos torres de refuerzo, que el Ayuntamiento ya ha instalado de forma preventiva.

La empresa encargada de la reparación hace especial hincapié en esta parte: “La realización de los trabajos de este informe de forma segura y eficiente depende en gran medida de la forma y tipo de andamios y torres de cimbra colocadas”.

El andamio limitará el tráfico en la pendiente Labrit, con un solo carril hacia abajo y un carril hacia arriba, además de proporcionar un espacio para el tránsito de peatones y bicicletas.

Será necesario colocar redes y lonas ignífugas para proteger la seguridad de vehículos y peatones durante el corte por plasma, soldadura y remoción de placas metálicas.

El Plan de Obra establece que los pasos de peatones y vehículos "deberán estar protegidos con marquesinas de seguridad que vuelen fuera de la vertical de la pasarela, cubriendo la zona de riesgo de caída de objetos con una red adicional o una cubierta de chapa".

El proyecto de reparación prevé reforzar la cimentación de la pasarela, con actuación sobre los estribos de Jito Alai y Media Luna, así como sobre toda la estructura metálica gracias a las torres de apoyo colocadas, que consiguen anular el funcionamiento de la pasarela y permitir obra. sobre el vaciado bajo los estribos y el desmontaje de elementos importantes de la estructura.

Obenasa tiene previsto utilizar dos equipos diferentes: uno se encargará de los trabajos de los estribos (Jito Alai y Media Luna) y el otro de la estructura metálica de la pasarela.

Se realizarán simultáneamente, con una previsión de 9 semanas en los estribos para dar tiempo a que el hormigonado adquiera la resistencia adecuada para el momento de ejecución de los ensayos de carga.

La idea es ejecutar primero el estribo del Jito Alai y luego el de Media Luna. La solución consistiría en inyectar microcemento en el suelo para fijar la cimentación, mejorar el drenaje y realizar correctamente las soldaduras y refuerzos metálicos.

Obenasa prevé que las obras comiencen este lunes 13 de diciembre. Hasta la semana 6 (incluidas dos semanas de pausa navideña) se realizará el desmontaje, limpieza, reconocimiento de la estructura y definición de los elementos a mantener o sustituir.

Hasta la semana 12 se realizará la adecuación estructural de la pasarela y las semanas 12 y 13 son el momento de limpieza y protección de la estructura. La semana 14 será de pavimentación y la semana 15, pruebas de carga. La historia de esta pasarela, que se convirtió en un símbolo de los años del boom y ganó varios premios por su diseño innovador, pronto comenzó a fallar. Las fugas y las fugas fueron el primer indicio de que algo andaba mal. En 2013, solo tres años después de su construcción, el Ayuntamiento prohibió una prueba deportiva por dudas sobre la resistencia de la pasarela, que nunca se llevó a cabo como la prueba de carga exigida por la ley -entonces y ahora- antes de ponerla en servicio.

El desprendimiento de algunas placas en febrero de 2016 confirmó las peores previsiones. De manera preventiva se decretó su cierre provisional, que se tornó definitivo el 5 de julio de ese mismo año. Los distintos informes realizados desde entonces –tres en total– confirmaron el deterioro de la pasarela y las fallas estructurales, constructivas y de diseño que presentaba, tanto en cimentaciones como en estabilidad y oxidación. Para uno de los consultores contratados, Ideam, eran tan grandes que no valía la pena repararlos.

Para el Colegio de Ingenieros de Navarra, encargado de elaborar el último estudio, el arreglo fue posible, aunque con un coste elevado y con una intervención completa en la estructura.