Analizamos el Ford Puma 2022

2022-10-15 04:13:14 By : Mr. Daniel Tian

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Tres menos cuarto, detengo el coche. Aparco con cuidado. Camino atravesando el parque. Han podado los setos. Mal, como siempre. Hay algún charco porque acaban de regar. Los evito con mucho cuidado. No debo tocar el agua. Los pájaros se refugian bajo las hojas del álamo. Me miran. Me detengo a observarlos. Tras un instante levantan el vuelo. Sigo caminando. Veo uno, dos, tres bancos. Sólo uno de ellos está ocupado, por una pareja. Cada uno de ellos está mirando la pantalla de su dispositivo personal. Pero están cogidos de la mano. Quizás sean amigos. De tanto en tanto uno se ríe. Nunca lo hacen a la vez. Un tipo pasa con su vehículo de dos ruedas y su prominente barriga. Gira torpemente unos pedales. Con mucho esfuerzo. Una chica está tumbada en el césped junto a los castaños. Está dormida. No. Observa un libro. Tiene el pelo largo y rubio sobre la hierba. Pasa páginas lentamente. Sigo mi camino. La fuente está seca. Hay un cartel en el que imagino que dice que está estropeada. O que es venenosa. No lo se. Porque yo no soy de aquí. No entiendo el idioma. Me cruzo con dos ancianos que están charlando. O puede que estén discutiendo. Uno se detiene para hacer gestos. El otro le mira. Con los brazos detrás de la espalda. No se qué está describiendo porque no les entiendo. El otro sacude la cabeza. Se enfadan otra vez. Creo.

Flores. Siempre me desconciertan las flores. Tengo que pasar ligero al lado de los tulipanes. Se que si me quedo a mirarlos lo haré durante un buen rato. Y los insectos. Los oigo. Siempre siento una profunda familiaridad con ellos. Aunque cada vez hay menos. Muchos menos. Llego a la puerta del parque del otro lado. Hay un policía con cara de aburrido. También está mirando el dispositivo que lleva en la mano. Levanta la mirada. Me observa unos segundos y luego deja de hacerlo. En este parque se están cometiendo cuatro delitos en estos momentos. Él no lo sabe. Salgo del parque y giro a la derecha. Recorro la valla del parque. En el cielo hay nubes grandes y esponjosas. El cielo tiene un color celeste que casi deslumbra por culpa de ese único sol. Demasiado cerca. Hay pájaros acomodados en el último tramo de la valla del parque. Creo que son los mismos pájaros con los que me crucé al principio. Vuelvo a mirarlos. Sí, son los mismos. Sigo mi camino. Ellos me siguen con la mirada. Les miro mientras camino. Durante unos instantes. Nos vigilamos. Luego les doy la espalda. Escucho cómo levantan el vuelo. Es evidente que se dan cuenta. Que lo saben. Pero no importa. No pueden hacer nada. Mañana no tendrá importancia. En mi pulsera noto una vibración. Están ya muy cerca.

El Ford Puma nació allá por el año 1997 y fué diseñado en un primer momento como un pequeño y asequible cupé de tras puertas basado en el Ford Fiesta. En ese momento la competencia presentaba sus propios cupés asequibles y Ford no quiso quedarse atrás y lanzó su propuesta con nombre de felino y una carrocería con un diseño rompedor para la época que adoptaba algunos elementos estéticos del «peculiar» Ford Ka que había sido lanzado un año antes. Podría decirse que la evolución del Puma ha ido en paralelo con el mercado y ahora Ford ha reutilizado el nombre del modelo para un coche de tintes deportivos pero con carrocería de crossover.

Es un coche con el que Ford aspira a acertar en el mercado europeo con la demanda creciente de SUV de tamaño compacto, con unas medidas que le permiten moverse con soltura en las ciudades, con un espacio interior maximizado gracias a la carrocería elevada y con unas cualidades dinámicas que le puedan permitir moverse con soltura por la carretera. La apuesta de Ford se completa con una gama de modernos motores de gasolina con hibridación ligera, salvo en el caso de la versión de 200 caballos que, como hemos dicho, pudimos probar.

El diseño del Puma es el de un SUV que sin embargo no tiene la altura de otros modelos de la competencia por lo que se queda a medio camino entre la carrocería de un turismo y la de un cross-over. El frontal se ha diseñado con detalles deportivos en los que destacan sobre todo los faros en forma de lágrima colocados muy altos sobre el capó del coche o la amplia rejilla central compuesta por elementos hexagonales de color negro y una segunda rejilla trapezoidal en la parte baja que queda rematada por un prominente spoiler.

El paragolpes delantero tiene multitud de volúmenes y elementos como los faros antiniebla encastrados en los laterales y distintas molduras decorativas que le dan un aspecto más dinámico al morro de este pequeño Forf. Este diseño deportivo adoptado sobre todo en esta parte delantera del Puma supone todo un guiño que nos retrotrae al diseño del Puma original en el que destaca el parecido con sus inconfundibles faros que recuerdan a los de este modelo.

El lateral dibuja el perfil de un SUV más bajo de lo que ofrece la competencia, un compromiso entre turismo y SUV que sin embargo luce una silueta aerodinámica. Las llantas de cinco radios dan un toque deportivo a este pequeño crossover que subraya las líneas de la carrocería imitándola con la forma de los cristales laterales, que se estrechan en la parte trasera. Los laterales también lucen relieves en las puertas y en los pasos de rueda para dar otro toque dinámico al conjunto.

En la trasera vemos un portón elevado que divide en dos los grupos ópticos cuando se abre. La luna trasera desciende en una curva en la parte inferior para añadir un poco de visibilidad. Toques deportivos con el spoiler de la parte superior sujeto por dos soportes laterales en color negro y un parachoques amplio y lleno de elementos y volúmenes. El tubo de escape es simple y queda arropado por un embellecedor de plástico negro que ocupa la parte inferior.

En el interior podemos apreciar enseguida que estamos ante un acabado deportivo del Puma. Los asientos son de diseño especial, más envolventes y con una combinación de cuero sintético y tela además de costuras en color rojo. Este mismo color lo encontramos en las costuras del volante, del acolchado de las puertas y en los embellecedores de las salidas de aire del sistema de ventilación. El diseño de los asientos los hace a la vez cómodos y de muy buena sujección en curvas, algo menor que los asientos Recaro del modelo ST.

En el salpicadero encontramos zonas de plásticos duros combinadas con otras con imitación de fibra de carbono. Son acabados correctos y bien ensamblados, aunque con un peldaño por debajo de otros SUV compactos de la competencia algo más sofisticados. El sistema de información y entretenimiento dispone de una pantalla que está colocada sobre el salpicadero y ofrece una serie de botones que permiten el accedo directo a ciertas funciones sin tener que acceder a los menús mediante la pantalla táctil.

Los indicadores tras el volante han sido sustituidos por una pantalla de 12,3 pulgadas que podemos configurar con limitaciones para que muestra la información que nos interesa. El aspecto de la instrumentación cambia de aspecto según elijamos los distintos modos de conducción. Así en el modo deportivo la instrumentación se presenta en color rojo e imitará los diales analógicos de este tipo de vehículos además de mostrar la letra S para que podamos conocer qué modo de conducción hemos seleccionado.

En nuestra unidad el Ford Puma disponía en el espacio frente a la palanca de cambios de un cargador inalámbrico para el teléfono móvil en el que el dispositivo no queda a la vista. Es algo pequeño para modelos de cierto tamaño y no lo suficientemente potente para cargar el móvil con funda pero por lo demás bien protegido por una alfombrilla antideslizante de plástico. El reposabrazos central dispone de una conexión USB para la carga de dispositivos y de un hueco portaobjetos bastante profundo.

En la parte de atrás las plazas son estrechas para tres ocupantes, algo habitual en coches de este tamaño. Hay menos espacio de lo habitual tanto en altura como para las piernas si los ocupantes de las plazas delanteras tienen cierta estatura y desplazan el asiento hacia atrás. El maletero es uno de los más espaciosos de su categoría con 401 litros que pueden aumentarse hasta los 1.161 si abatimos la fila de asientos trasera. Dispone de una bandeja colocable a distintas alturas y un hueco bajo el suelo muy amplio.

Ya hemos tenido la ocasión de probar el Puma en su versión más extrema, la ST. En esta ocasión hemos elegido una variante también con aspiraciones deportivas pero algo más civilizada de 155 caballos de 1.0 litros y con tecnología micro híbrida, lo que le vale la etiqueta ECO de la DGT. En lo que respecta a la transmisión el modelo que probamos disponía de un cambio automático de siete relaciones de doble embrague. Unas buenas credenciales para una conducción dinámica.

La motorización de 155 caballos ya tuvimos ocasión de probarla en el Fiesta pero hay que tener en cuenta los más de 100 kilos de diferencia del Puma para medir las prestaciones. De hecho en la ficha del Puma que hemos probado éste tarda una décima más de segundo que el fiesta en alcanzar los 100 kilómetros por hora desde parado. No es una gran diferencia pero es evidente que el comportamiento del coche va a ser distinto.

En conducción urbana el comportamiento del Puma es impecable. Es bastante silencioso a bajas revoluciones y con reserva de potencia suficiente para cualquier cometido urbano. Además el consumo, gracias también a la pequeña ayuda del motor eléctrico, es bastante comedido para un coche de esta potencia. La moniobrabilidad está favorecida por los sistemas de ayuda a la conducción y el tamaño compacto del coche así como una buena visibilidad, aunque algo menor que la del Fiesta.

En carreteras viradas es donde notamos alguna diferencia más. No en la entrega de potencia, ya que la diferencia de peso apenas la notamos a la hora de acelerar y recuperar, pero sí en las zonas más viradas. Es cierto que la suspensión endurecida hace que el coche se comporte con agilidad, pero el tacto del Fiesta nos ha parecido algo más ágil. Otro punto en el que se distinguen es que cuando subimos de revoluciones es Puma es algo más ruidoso el Fiesta, sobre todo en la modalidad Sport.

Como ocurre con el Fiesta el sistema de Start and Stop que detiene el motor cuando el coche está detenido funciona muy bien, gracias de nuevo al motor eléctrico. En recorridos de autopista también contribuye a que los consumos sean comedidos con el coche lanzado. El ahorro de combustible puede ser grande con respecto a otros modelos de características similares que no sean híbridos reales. La suavidad de marcha nos ha gustado mucho, aunque el ruido aerodinámico perjudica en parte al confort.

El Puma es un SUV compacto muy bien concebido y diseñado, con un evidente guiño al pasado que hace que conserve algunas señas de identidad deportivas que quedan subrayadas en la versión ST-Line. La adopción de una motorización microhíbrida hace que sea un coche especialmente versátil, capaz de consumir poco en condiciones normales pero de comportarse como todo un deportivo si queremos alegrarnos el día, gracias también a las suspensiones preparadas y al modo Sport.

Es un coche práctico con un buen maletero y unos acabados buenos que sin embargo no ha aprovechado del todo la carrocería SUV para dotar de unas plazas traseras más amplias. El comportamiento del coche es realmente divertido y se asemeja mucho al Fiesta a pesar de el mayor peso y altura. Se podría decir que en este apartado son comparables por lo que solamente el diseño y el precio podrían ser factores para decantarnos por uno sobre el otro.

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