Radiografía de un milagro: las claves para que Grosjean saliera vivo

2021-11-04 09:52:20 By : Ms. Kallen Zhang

Así quedó el monocasco del coche de Romain Grosjean tras el accidente

“Un milagro”, asegura Pedro de la Rosa, el expiloto de F-1 barcelonés, todavía estupefacto por el accidente de Romain Grosjean en el GP de Bahréin, pero sobre todo por el cúmulo de circunstancias que se alinearon para que la tragedia pasase de largo el domingo. Fue el accidente del “Y si ...”. Y si no llega a ser por el halo, si no llega a ser por la reacción del piloto, o por la valla ... Estas son las claves que ayudaron a salir vivo a Grosjean, analizadas con especialistas consultados por La Vanguardia.

Grosjean salía 19.º de parrilla y llega penúltimo, delante de Kvyat, al inicio de la larga recta que sigue a la curva 3 del circuito de Sajir. Para evitar a su compañero Magnussen, al que tiene delante, el francés abre su trayectoria cruzando hacia el interior de la pista (de izquierda a derecha); una maniobra brusca “para no tener que levantar el pie”, por lo que Kvyat lo toca, el Haas pierde tracción y sale disparado hacia la valla. “La culpa es al 100% de Grosjean, aunque Kvyat lo toque lo justo para irse contra la protección”, considera De la Rosa.

El piloto Romain Grosjean, con el Haas número 8

El Haas del francés, que en ese momento rodaba a 221 km / h, colisionó violentamente contra una valla de tipo guardarraíl. El coche se partió en dos: la parte trasera (con el depósito de combustible, situado a la espalda del piloto) se quedó a un lado de la valla y la delantera (con el monocasco y el piloto dentro) travesó la protección a la altura del primer raíl. De manera inmediata hubo una deflagración. Una gran bola de fuego cuyo origen es incierto y debe ser determinado por la investigación de la FIA. “El fuego se debe al combustible, pero no se sabe si procede del depósito o del remanente que queda en los colectores”, explica Albert Fàbrega, analista de Movistar F1 y exmecánico de Super Aguri.

Con casco y mono negro, el piloto del coche médico que acudió a socorrer a Grosjean

De la Rosa cree que el fuego lo causó el combustible suelto que quedó en los conductos que van del depósito al motor, dos partes que quedaron segregadas. “Pero la columna de fuego no se debió a la gasolina del depósito (unos 110 kg de combustible). Suerte que el depósito –hecho de Kevlar y caucho, y probado balísticamente– aguantó el impacto y no se abrió, si no habría habido una bola de fuego terrible ”, según el expiloto. Por eso también ayudó al milagro que el coche se partiera en dos y que la parte trasera, con el depósito cargado de gasolina, quedara más alejada del fuego.

“Suerte que la colisión no fue frontal, en ángulo recto, si no, circulando a 221 km / h, la energía habría sido brutal; se habría desintegrado ”, evalúa Raymond Blancafort, periodista de larga trayectoria en el motorsport e ingeniero industrial. “Al partirse el coche en dos, la energía a disiparse en la colisión fue la mitad”. No le falta razón: la parte trasera del bólido podía pesar unos 500 kg, por lo que si no se hubiera partido el bólido, el impacto habría sido de unos 100 g. Según ha trascendido, la fuerza de la desaceleración por el impacto fue de 53 o 56 g (según las fuentes), lo que significa que Grosjean soportó 53 (o 56) veces su peso; casi 4 toneladas. La violencia de la colisión se debió a la velocidad a la que rodaba (en plena aceleración) y la falta de tiempo para frenar antes del impacto.

El Haas de Grosjean partido en dos

El tipo de protección contra la que chocó Grosjean es de guardarraíl o bionda de tres alturas, de unos 90 cm, fabricada en acero galvanizado. Según Aman Barfull, director deportivo del RACC y responsable de seguridad vial del Circuit de Barcelona, ​​“la ubicación de ese tipo de valla en ese tramo del trazado no es incorrecto; es una valla tupida, sin huecos, y situada en una recta: cumplía la normativa ”. La FIA exige dos tipos de vallas en el primer nivel de protección (alrededor de la pista): el muro o el guardarraíl. “Solo cuando se precisa una protección adicional pide filas de neumáticos o los módulos Tec-Pro (de fibra absorbente)”, detalla Barfull. En el accidente de Grosjean fue clave que esa valla de acero se abrió por la mitad y al ceder absorbió parte de la energía del coche. “El morro y el halo seguramente acabaron de ayudar a abrir la valla como si fuera una lata”, añade gráficamente De la Rosa.

El bólido de Grosjean atravesó la valla de tipo guardarraíl de acero por la mitad

“Si no es por el halo ahora estaría muerto”, sostiene el expiloto. En el Mundial 2018 se introdujo este discutido dispositivo de seguridad para la cabeza de los pilotos, consistente en una barra de titanio en forma de flecha sobre el cockpit, como si fuera una montura de gafas. Su misión es proteger la cabeza del impacto de objetos grandes (ruedas, partes desprendidas o un bólido descontrolado), o en caso de vuelco. Grosjean, uno de los directores de la Asociación de Pilotos (GPDA), era de los reticentes al halo. Ahora le ha salvado la vida: sin él se habría chafado la cabeza contra el guardarraíl. Como le sucedió a Jules Bianchi.

El piloto francés Romain Grosjean desde el hospital de Bahréin

“Yo no estaba muy a favor del halo hace unos años, pero de no ser por él no podría hablar con vosotros ahora, es un gran avance en la seguridad en la F-1”, admitía Grosjean desde el hospital de Bahréin, con quemadas en las manos. Este martes podría recibir el alta.

El brasileño Pietro Fittipaldi, piloto de pruebas y reserva del equipo Haas, será el sustituto del francés Romain Grosjean

Sin embargo, el francés no correrá este próximo domingo en Sajir: lo sustituirá Pietro Fittipaldi, el nieto del mítico Emerson, bicampeón del mundo de F1, según avanzó Haas. El brasileño, de 24 años, es el tercer piloto, probador y reserva, de la escudería estadounidense.

Decisiva, también, para sobrevivir al accidente, fue la capacidad de reacción del francés, que salió del coche por su propio pie. Fue básico que no perdiese el conocimiento ni se fracturase nada, de lo contrario podría haber quedado carbonizado esperando a que lo extrajesen. Solo estuvo en el monocasco 27 ​​segundos, algo más del tiempo que se exige a los pilotos en las pruebas de la FIA. “Debes salir del cockpit en 12 segundos. Con el halo es más complicado porque la boca de salida es más pequeña y debes pasar las dos piernas por encima ”, explica Pedro.

Captura de vídeo de Grosjean saltando al valla tras salir de su coche en llamas

En definitiva, un milagro con muchas patas. Sin la ayuda de la tecnología –los sistemas de seguridad desarrollados en los últimos años por la F-1–, de Grosjean se escribiría ahora su obituario.

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