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La explanada central de la plaza de Juan XXIII. / JOSE VILLALGORDO

Veintisiete años después de ser convertida en un enclave público para el disfrute de los peatones, la plaza de Juan XXIII será remodelada, aprovechando unas obras de renovación de la red municipal de alcantarillado y suministro de agua potable. La reforma ha entrado en el cupo de iniciativas de Hidrogea, empresa que administra el servicio, de acuerdo con el Ayuntamiento. El concejal de Vía Púbica, Juan Pedro Torralba, ya informó de que se pretende insuflar nueva vitalidad a esta explanada, como lugar neurálgico para el ocio y el esparcimiento de la zona del casco histórico colindante con el paseo de Alfonso XIII. Desde Hidrogea confirmaron que es una de las obras que ya está decidido llevar a cabo en los próximos doce meses.

Las tuberías de agua, de alcantarillado y de evacuación de pluviales serán adaptadas a los estándares actuales, para descartar el riesgo de atasco y de inundaciones en el casco antiguo. Todos los nódulos de plomo y amianto serán sustituidos por conexiones de plástico, más flexibles, más resistentes y que tienen menos tendencia a generar pérdidas, además de no producir oxidación en el agua.

La necesidad de renovar y mejorar las canalizaciones, detectada hace tiempo por Hidrogea, le viene muy bien al Ayuntamiento, que lleva años barajando la necesidad de renovar esta plaza, que muchos vecinos consideran que necesita un cambio. Hace cuatro meses, la Concejalía de Vía Pública ya contrató unas obras de urgencia para acabar con los abombamientos de las aceras por efecto de las raíces de algunos árboles, entre las calle Salitre y Ronda. Fue entonces cuando el Ayuntamiento explicó que la explanada situada al otro lado de la calle y colindante con el recinto del Museo Militar estaba incluida en un proyecto que suponía la reparación integral de toda la zona.

En esencia, se trata de sustituir el firme y la mayor parte del mobiliario urbano, cuyo deterioro afea el conjunto. En la plaza hay una veintena de bancos de madera bastante estropeados, dos zonas de juegos infantiles que acusan el paso del tiempo y una docena de estructuras metálicas, que antaño servían como parasoles de estilo modernista pero que han perdido los remates acristalados que ejercían esa función. El proyecto que prepara el Ayuntamiento y que remitirá próximamente a Hidrogea dará una solución alternativa a todos estos elementos que se han convertido en anacrónicos.

Con todo, desde el Ayuntamiento aseguraron que no se trata de hacer una reforma invasiva. Tanto los árboles, incluido el más grande, rodeado por una valla de aluminio, como los pinos y las palmeras serán respetados. También los aparatos de ejercicios y calistenia que fueron instalados hace poco junto a los soportales del antiguo cuartel militar. Asimismo, está previsto mantener el foso con gradas que es utilizado de vez en cuando para actividades infantiles y para albergar otros eventos.

La Plaza de Juan XIII fue convertida en un espacio público hace 27 años. Antes formaba pare de un acuartelamiento de Ejército de Tierra al servicio de un destacamento de Artillería. Con su desafectación, el Ayuntamiento obtuvo gran parte de la manzana que ocupaba. Abrió la calle San Juan y dio licencia para construir el edificio con soportales que esta al lado. Asimismo, adecuó la explanada para el ocio y el esparcimiento. Sin embargo, las áreas de Infraestructuras y Vía Púbica han creído conveniente aprovechar los trabajos que tiene programados Hidrogea para hacer una serie de adaptaciones que mejoren sus prestaciones. No solo se trata de una plaza muy transitada y con muchos edificios de viviendas alrededor. Además, hay allí media docena de bares y restaurante e igual número de comercios que generan una considerable afluencia.

La Concejalía de Vía Pública ya hizo unas obras de emergencia a principios de este año para retirar los adoquines que se habían desprendido por los abombamientos del terreno en la acera entre las calles Salitre y Ronda. Los trabajos duraron diez días y remediaron el problema.