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La valla de protección cedió a causa del temporal y la marejada. / LVA
Hace exactamente un año que el Principado tomó la decisión de instalar unas vallas de protección en el espigón de San Esteban de Pravia, argumentando que se trataba de una medida de seguridad para cortar el paso de los peatones al faro y evitar así accidentes, tras la aparición días antes del cadáver un hombre en la playa de Los Quebrantos.
Desde un primer momento este vallado no fue bien visto por los vecinos del municipio, que llegaron a protagonizar varias manifestaciones exigiendo la retirada de las vallas. Alegaban entonces que no eran una solución efectiva y pronosticaban que la marea se las acabaría llevando por delante. Un año después su predicción se ha cumplido, puesto que el temporal que azotó la costa asturiana el pasado fin de semana tumbó una de las vallas de protección, que ahora pende de los anclajes, pero está a punto de desprenderse.
Este suceso ha vuelto a encender la mecha del enfado de los vecinos, también del Ayuntamiento de Muros de Nalón. La propia alcaldesa, Carmen Arango, ha manifestado que «este es un momento perfecto para tomar medidas, se ha visto que no es una solución, que a la primera marejada se ha caído y ahora tendrían que quitarla e instalar unas barandillas, que hubiese sido la solución ideal desde el principio», argumenta la regidora, que asegura haber solicitado una reunión urgente con la directora general de Infraestructuras Viarias y Portuarias, Esther Díaz, para tratar esta y otras cuestiones que afectan al concejo.
Hasta ayer ningún técnico del Principado había acudido al espigón de San Esteban para retirar la valla rota y tampoco se ha señalizado la zona, por lo que algunos viandantes aprovecharon la ocasión para cruzar por un espigón al que hace un año que nadie podía acceder.