Consejos de un experto para mantener el esplendor de los cuchillos artesanales

2022-05-27 20:37:52 By : Mr. Jason Dong

Personalidades como el presidente Macri, el papa Francisco y mandatarios de distintos países tienen algunas piezas fabricadas por él. Gracias a su oficio, pudo sostener a su familia y hacer de su arte una profesión destacada. Con 40 años de experiencia y una trayectoria que trasciende fronteras, Hugo Sartirana abrió su taller en Santa Ana y explicó por qué y cómo cuidar la integridad de sus piezas de arte forjado.

“Todos  los cuchillos necesitan mantenimiento”, afirma Hugo Sartirana, artesano con más de 40 años de trayectoria, 25 de los cuales transcurrieron en su taller en Santa Ana de los Guácaras. Oriundo de Misiones, llegó al pueblo vecino a la capital junto a su esposa, sus hijas, su experiencia y sus técnicas ancestrales para la forja y temple de hojas que recorren el mundo. Su emprendimiento es uno de los que integran la lista de la marca “Hecho en Corrientes”. Además de artesano, Hugo es un conocedor y divulgador del arte de la cuchillería, tanto para los aprendices que forma en su taller como para sus clientes, que llevan siempre la mejor calidad y atención en cada producto. Parte de ese trato personalizado son las recomendaciones para mantener en perfecto estado sus piezas y disfrutar de la mejor experiencia de uso en cada ocasión. “Lavar con agua caliente no destempla la hoja, al contrario de la creencia popular”, remarca Hugo. El tratamiento térmico de la hoja se hace en torno a los 1.000 grados. Los 50 o 60 grados del agua de la bacha no afectarán el temple del cuchillo. Se puede lavar con detergente o jabón, siempre que se enjuague bien. Recomienda secar con servilletas de papel ya que absorben mejor la humedad. Por otra parte, advierte que “uno de los grandes enemigos del cuchillo es la vaina”. “El cuero curtido tiene restos de amoníaco, tanino  y sal, además de que impide la aireación de la hoja. Incluso el cuero crudo tiene su punto salobre por naturaleza. En 15 o 30 días, por  más que sea acero inoxidable, pueden comenzar las microoxidaciones”. Las vainas metálicas –de alpaca, por ejemplo– también tienen el inconveniente de condensar la humedad. “La vaina es solo para transportar”, puntualiza. Entre sus consejos, se cuenta el de guardar los cuchillos en una canasta o rejilla. “El acero condensa humedad y se puede oxidar, por eso necesita estar en un lugar aireado y no húmedo”. También sugiere untar la hoja con vaselina una vez limpia y seca, envolverla en papel, y volver a lavarla antes del próximo uso. Las  vainas también deben limpiarse, recalca. Con la ayuda de un alambre o una aguja de crochet y un trozo de trapo en la punta, a modo de baqueta o hisopo. A las vainas metálicas también se las puede untar con vaselina para evitar el óxido. Otra  creencia arraigada es la de no lavar los cuchillos después de un asado y solo limpiarlos con servilleta, repasador, miga de pan “o por el mismo pantalón”, se ríe Hugo. Además de ser antihigiénico, “la grasa del asado tiene sal y a la larga corroe”, explica. En el mismo sentido, Hugo recomienda usar platos o tablas de teflón antes que de madera, ya que son más higiénicas y evitan dañar el filo como puede suceder con superficies de metal, porcelana o vidrio. La chaira, otra gran cuestión: “La recomendada es la lisa, no la dentada de carnicero. Si el cuchillo es de calidad y tiene buen mantenimiento, no hace falta tocar el filo”, remarca. Para  Hugo, no es recomendable usar piedras de afilar, si no se tiene experiencia en el tema. En todo caso, es preferible usar lijas al agua. “Empezar con una lija semigruesa, de 180, luego pasar a una de 320 y finalizar con una de 500”. Amoladoras tampoco, alerta Sartirana. “Cuando la hoja cambia de coloración por la temperatura de la fricción, si queda azul, se arruina el templado. La hoja pierde dureza, se vuelve más frágil y no retiene el filo”, detalla. El especialista también recuerda que los cuchillos son para cortar, no para golpear. “Hay que evitar pegarle a los huesos, ni siquiera a los de pollo. ¡Y mucho menos picar hielo!”. En su taller también fabrican excelentes picahielos, anuncia. Su  trabajo se sostiene en la trascendencia de su marca y la solidez de su experiencia cultivada. Actualmente producen entre 20 y 30 cuchillos mensuales, todos de forma artesanal, además de trabajos de reparación, restauración y mantenimiento de piezas a pedido. Desde fines de 2017, HAS Cuchillería está adherido al programa Sello Correntino, del Ministerio de Industria, Trabajo y Comercio, que administra la marca Hecho en Corrientes. “El sello fue un antes y después”, opina Sartirana. “Cuando surgió, los que producimos en  la provincia dejamos de ser huérfanos, nos faltaba este DNI”, grafica. Para él, “el Yacaré pegó. Cuando uno recorre se da cuenta de que la imagen (de la marca) queda en la gente, en el mundo”. “Yo hice mi familia con esta profesión. Una de mis hijas es odontóloga, la otra es bióloga y doctora en paleontología. Todo el sustento salió de este taller”, se enorgullece Hugo. Sus obras están en manos de personalidades destacadas como el presidente de la Nación,  de países vecinos, y de Europa; incluso llegaron hasta el mismísimo papa Francisco. Y él pudo seguirles los pasos: “Con este taller salí a conocer el mundo”, destaca. Además de su marca, Hugo Sartirana imprime en cada una de sus obras el temple y la generosidad que lo caracterizan como persona.